El evento, que se extenderá hasta el viernes, también incluirá al I Congreso Cubano de Falla Cardíaca e Hipertensión Pulmonar para intercambiar experiencias sobre la prevención, diagnóstico, tratamiento médico, quirúrgico, intervencionista y rehabilitación de los pacientes con enfermedad del corazón y los grandes vasos.
De acuerdo con el comité organizador de la cita, entre sus objetivos están superar los actuales desafíos en el manejo de la enfermedad coronaria, primera causa de muerte en Cuba y en el mundo, la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, arritmias, cirugía valvular y coronaria, entre otros.
Serán abordados adelantos que la Ciencia y la Innovación Tecnológica a nivel global han aportado en los últimos años, así como las recientes técnicas diagnósticas de imagen cardíaca, los tratamientos con nuevas drogas, ablación, marcapasos de última generación, cardio-desfibriladores, plastias y prótesis valvulares cardíacas percutáneas.
Estarán incluidos los recientes stents, las novedosas técnicas quirúrgicas en adultos y pacientes en edad pediátrica y nuevos enfoques en rehabilitación cardíaca, entre otros muchos capítulos de interés para los profesionales locales y extranjeros dedicados a esta especialidad.
Participan en ambos congresos cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, intensivistas, anestesiólogos y otros especialistas afines, con una larga trayectoria de trabajo, tomando en consideración además los 85 años de fundación de la Sociedad Cubana de Cardiología, una de las primeras en América y el mundo.
La presencia de más de un centenar de especialistas nacionales y foráneos, principalmente de América Latina, Estados Unidos y Europa, propiciará conocer las experiencias más actuales a nivel mundial.
Según el informe Carga Global de Enfermedades de 2022, la incidencia y mortalidad de las enfermedades cardiovasculares están aumentando rápidamente en los países de bajos y medianos ingresos.
A nivel global, cada año mueren más personas por estos padecimientos que por cualquier otra causa, principalmente enfermedad cardíaca isquémica y accidente cerebrovascular.
En el mundo, las enfermedades cardiovasculares son las más mortíferas del mundo, y se estima que para 2030 casi 23,6 millones de personas pueden morir por una de estas afecciones.
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