La iniciativa, medida por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en la isla y con fondos de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica), brinda implementos de trabajo a los productores para que aporten productos frescos a escuelas, mujeres embarazadas y Sistemas de Atención a la Familia (SAF).
Desde su entrada en vigor en el año 2020 esas redes de protección del municipio se ven beneficiados con la adquisición de vegetales, viandas, hortalizas y granos, que llegan directamente de manos de los productores con sistematicidad y precios diferenciados. Las instituciones beneficiadas son cinco escuelas, dos SAF y un Hogar Materno que ya recibieron equipos de refrigeración para la conservación de los alimentos y esperan la llegada de implementos de cocina para mejor la calidad y tiempo de cocción.
Igualmente, las siete bases productivas vinculadas reciben instrumentos de trabajo como motocultores, equipos de fumigación y próximamente se instalaran sistemas de riego.
La coordinadora del proyecto, Beatriz Duany, dijo a Prensa Latina que hasta el 2024 la iniciativa continuará fortaleciendo la distribución de alimentos, con énfasis en las personas vulnerables, así como fortalecer la resistencia y la resiliencia de las plantaciones.
Agregó que en el territorio la cooperación también se enfoca en incrementar las cadenas de valor de los granos, un alimento que tradicionalmente se cultiva en el municipio Jiguaní y posee alto contenido proteico.
Subrayó que otro punto importante del proyecto es la capacitación a los productores y al personal de las instituciones de las redes de protección social con planes de negociación, información sobre el trabajo con los suelos y semillas, además de seminarios relacionados inocuidad y procesamiento de los alimentos.
La directora de la escuela primaria Conrado Benítez, Yadira Castelnaux, comentó que más de mil comensales se benefician de los productos frescos que llegan semanalmente de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) Wiliam Soler.
Con la entrada de esos productos frescos, dijo, es posible fortalecer la alimentación de estudiantes y docentes, así como variar el menú semanal.
Asimismo, explicó que han ganado en materia de cultura alimenticia y se enfocan en la formación vocacional con profesores de la propia escuela y especialistas de otros centros.
Hasta el SAF “El Sabor”, que brinda servicio de almuerzo y comida a 66 adultos mayores, también llegan los productos de la CCS Wilian Soler.
En opinión de unos de sus beneficiarios, Enrique Hernández, de 61 años, el servicio es bastante bueno y con precios accesibles.
El hogar Materno Esperanza Acosta también se encuentra insertado en el proyecto, y actualmente mantiene ingresadas en sus instalaciones a 20 embarazadas.
Para los directivos de este centro formar parte de la iniciativa del PMA les permite brindar menús más variados a las pacientes y prevenir así los bajos pesos al nacer.
También se vincula al proyecto el Sisvan (Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional) herramienta para la evaluación sistemática de grupos vulnerables como niños, embarazadas y ancianos en esos parámetros para informar a los organismos decisores de la nación caribeña.
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