El doctor en ciencia Virgilio Companioni dijo a Prensa Latina que el paladín de las tres guerras por la independencia -cayó en el Paso de Las Damas, el 18 de noviembre 1896- libró más de 120 combates en casi 12 años en los campos de batalla por la libertad de su Patria.
El estudioso de la vida del insigne mambí recordó los trágicos acontecimientos de su muerte y sus últimas palabras que hoy siguen guiando a los espirituanos en el nuevo escenario de combate: ¡Me han matado, eso no es nada! ¡Siga la marcha!
Sostuvo entrañables relaciones con el Héroe Nacional de Cuba José Martí, quien lo consideraba amigo y fiel colaborador durante la preparación de la denominada guerra necesaria, iniciada en 1895, contra el colonialismo español.
Rememora que el propio Martí le escribe en una de sus cartas: Me hace falta aquí, me acostumbré a tenerlo, y a mi alrededor todo el mundo cayó pronto en la costumbre.
En su último combate y como parte de la estrategia y la falta de recursos las tropas cubanas se retiraban, explicó González, una bala enemiga atravesó su cuerpo, del hombro derecho al izquierdo momento.
De ese infausto día Máximo Gómez, jefe del Ejército Libertador cubano en la última guerra por la independencia de España (1895-1898), dijo:”Si la fe en el triunfo de la Revolución pudiera morir con un hombre, habría muerto con el Mayor General Serafín Sánchez Valdivia”.
El considerado el más ilustre de los espirituanos nació el 2 de julio de 1846 y con apenas 22 años, el 6 de febrero de 1869, se levantó en armas en la finca Los Hondones, al frente de 45 hombres armados con escopetas, para luchar por su Patria.
La víspera en el Paso de Las Damas, se efectuó el acto por el aniversario 127 de la caída en combate del Mayor General, Héroe de las tres guerras independentistas por la libertad de la Isla.
Junto al monumento, en medio de un bosque natural, en el escenario del combate, en Taguasco, se desarrolló un panel sobre la vida y obra del héroe con la participación de destacados estudiosos de de su legado y de jóvenes, estudiantes, trabajadores y combatientes.
El conversatorio versó sobre la niñez y la juventud de Serafín Sánchez, su participación en la Guerra de los 10 años, las relaciones con Martí y su actuar en la Guerra del 95, entre otros temas.
El profesor Eduardo González, narró los momentos finales de su vida, a la vera del río Zaza donde se preparaba para enfrentar con 800 mambises a las fuerzas españolas compuestas por dos mil 500 soldados, dirigidos por los generales Armiñán y López de Amor.
A Serafín lo describieron como un joven apuesto, alto, generoso, simpático y amable con personas de cualquier estatus social, que disfrutaba los gratos instantes de una vida en el campo en la finca de su familia.
Durante la ceremonia jóvenes militares depositaron una ofrenda floral en nombre del pueblo y destacados doctores y especialistas del la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, expusieron momentos significativos del llamado paladín espirituano.
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