Con ese propósito acogió este fin de semana la IV Conferencia La Nación y la Emigración, que reunió en La Habana a 367 cubanos procedentes de 57 países de todas las latitudes; un tercio de ellos viven en Estados Unidos.
Durante esas dos jornadas de contactos con instituciones y representantes del Estado, el Gobierno y organizaciones de la sociedad civil, debatieron sobre los vínculos con su nación de origen y las perspectivas de esa relación, sí como otros referidos a la cultura y la identidad, el desarrollo económico y las inversiones.
La Conferencia permitió hacer un balance exhaustivo de las relaciones del país con sus connacionales en el extranjero, evaluar esos vínculos e identificar las potencialidades para la participación en proyectos dirigidos a impulsar el desarrollo económico y estrechar las relaciones.
De acuerdo con el presidente Miguel Díaz-Canel ese propósito es invariable e irreversible, frente a las amenazas externas y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos y las campañas mediáticas contra la Revolución.
Al concluir la Conferencia, el jefe de Estado cubano detalló que en el mundo existen 138 asociaciones de cubanos que defienden el derecho de su país a la autodeterminación y la soberanía, y apoyan los esfuerzos por su desarrollo a través de la solidaridad.
Los participantes expresaron la necesidad del levantamiento del bloqueo estadounidense que daña a la población, constituye el mayor obstáculo al desarrollo socio económico de la isla y afecta los vínculos de los cubanos residentes en el exterior con su país de origen.
Resaltaron, asimismo, la importancia de utilizar el capital humano formado por la Revolución, y contribuir al desarrollo de la nación a través del establecimiento de relaciones económico-comerciales fluidas.
Durante su estancia en la capital cubana, los visitantes rindieron tributo al Héroe Nacional José Martí, visitaron proyectos sociales, disfrutaron de actividades culturales y realizaron otras actividades.
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