En su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional, dedicada hoy a la sección quién es quién en las mentiras, el mandatario relató cómo llegaban a 10 millones de familias con un simple periódico de ocho páginas que aún se mantiene, titulado Regeneración, nombre tomado de la época de la Revolución mexicana.
Relató que esa revolución la iniciaron hace años cuando estaban en la oposición y estimó que ninguna empresa es capaz de distribuir 10 millones de ejemplares de periódicos, pero ellos sí porque tenían un sistema de colaboradores que los hacía llegar casa por casa.
Quizás alguien piense que con dinero pudiera hacerlo, pero nosotros no lo teníamos. Eran solo ocho páginas y podíamos entregarlo a cada hogar y gracias a ello se fue desarrollando una conciencia, pero hasta la fecha no lo acaban de entender nuestros adversarios.
Explicó que ellos sabían que era fundamental la información, y todavía hay gente mayor que lo conocen en el pueblo y cómo y cuándo les llegaba porque lo esperaban. Era un periódico hecho para el pueblo, con textos cortos, bien escritos, sin la jerigonza democrática de los sabiondos.
Pocos textos, imágenes, y cuando hacíamos encuestas de cómo te enteras de tal cosa estaba el periódico en primer lugar y así comenzamos la revolución de las conciencias y por eso el pueblo está muy politizado. Los adversarios se enojan y gritan, dicen cada vez más mentiras y calumnias, pero no pasa nada.
Contó que uno de ellos se preguntó cómo es posible que el desastre ocasionado por el ciclón Otis en Acapulco no nos haya afectado, y es porque no conocen al pueblo, ni siquiera a los acapulqueños que son de los más avispados políticamente, y ellos están más informados, más conscientes, pero allí está el jefe de la oposición, el empresario Claudio X González que no los conoce.
Lo que estamos haciendo en Acapulco es un trabajo de apoyo real a la gente, como nunca antes en ningún caso de estos lamentables desastres y mañana vamos a informar al respecto, anunció.
Ese hombre que preguntó por qué no nos ha afectado la tragedia de Acapulco es porque él no está allá, y no sabe que en Acapulco todos son testigos de cómo se distribuyen las despensa, los alimentos, cómo se limpia la ciudad, se restablecen los servicios, se quita la basura, abren las tiendas y poco a poco se regresa a la normalidad.
Estamos enfrentándonos a un poder mediático muy corrupto, maquiavélico, sin mística, con su filosofía de que el fin justifica los medios y usan las mentiras, y practican la máxima de que es lícito matar siempre y cuando sea para defender el poder.
Pero no es así. La política es hacer historia y el fin no justifica los medios, no se vale todo, ni tampoco triunfar a toda costa y más cuando se gobierna a un país con un pueblo tan trabajador, nombre, fraterno con el mexicano, se necesita autoridad moral.
jcm/lma