El informe sobre el panorama social del área señala que mientras en 2022 la tasa de inclusión de los hombres en el mercado de trabajo fue de 74,5 por ciento, en las féminas apenas alcanzó el 51,9, una diferencia de 22,6 puntos porcentuales.
Con respecto al índice de desocupación, en las mujeres es de 8,6 por ciento, en comparación con el 5,8 de los varones.
La principal barrera para la inclusión laboral es la carga de trabajo de cuidados, precisó el informe.
El estudio también revela que el trabajo doméstico representa una de las principales fuentes para las féminas, pero el ingreso promedio es la mitad del percibido por quienes tienen otro tipo de empleos.
Las brechas se mantienen pese a los logros de las mujeres en la educación, aspecto en el cual sobrepasaron a los hombres, no solo en los estudios secundarios, sino también en la enseñanza superior.
Ello refleja que los obstáculos para insertarse en el mercado laboral y acceder a mejores puestos y salarios no responden a diferencias relacionadas con los años de escolaridad, precisa el informe.
Por otra parte, añade el documento, el hecho de que las tareas asociadas al cuidado de los niños, personas con discapacidad y adultos mayores recaiga sobre las féminas, es una de las barreras para acceder a un trabajo bien remunerado a lo largo de la vida.
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