Un total de 34 personas fueron arrestadas, 13 tiendas sufrieron daños, 11 coches de policía fueron destruidos o gravemente dañados, tres autobuses y un tranvía destruidos, informó el comisario de policía, Drew Harris.
El representante del orden público calificó la destrucción como enorme e indicó también que un policía resultó gravemente herido, según destacó la Irish Broadcasting Company (RTE).
De acuerdo con Harris, la policía actuó profesionalmente.
A las preguntas de los periodistas, sobre si la violencia se había generalizado tanto debido a la falta de una fuerte respuesta policial desde el principio, cuando la gente indignada por el ataque comenzó a reunirse en el centro de la ciudad, Harris respondió negativamente.
Sin embargo, el comisario no habló sobre el estado de las víctimas y agregó que aún se desconocen los motivos del atacante.
Anteriormente, se informó que los médicos luchan por la vida de una niña de cinco años, mientras que las heridas sufridas por la mujer también se consideran graves.
Por su parte, las autoridades irlandesas descartaron la posibilidad de un ataque terrorista a primera hora, pero luego aclaró que consideraban todas las versiones y que la investigación aún se encontraba en una etapa temprana.
Medios locales recientemente subrayaron, al citar a la policía, que el autor del ataque nació en otro país, pero había vivido en Irlanda durante los últimos 20 años y poseía la ciudadanía irlandesa.
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