La decisión fue adoptada en la 23 cumbre de jefes de Estado de la entidad, celebrada en la ciudad tanzana de Arusha, y convierte a Somalia en el octavo miembro de la agrupación justo un año después de la admisión de la República Democrática del Congo.
El camino somalí comenzó en 2012, pero resultó demasiado abrupto y la aspiración del atribulado país del oriente africano fue rechazada desde entonces debido a la inestabilidad interna, derivada de la persistencia de las acciones del movimiento islamista Al Shabab (Los Jovenes, en árabe).
Aunque la guerra entre el estado somalí y el grupo irregular persiste, es obvio que existe una visión distinta sobre la conveniencia de los Estados del área de abroquelarse para enfrentar a los movimientos armados islamistas, que aspiran a expansión y a establecerse en todos los países de la zona.
Pero, además, la admisión de Somalia abre las puertas a Etiopía y a Sudán, si es que alguna vez encuentran la paz interna, lo que elevaría la membresía de la EAC a 10 integrantes algunos de ellos con situación geográfica estratégica y, por ende, con posición negociadora aumentada.
mgt/msl