Fue en Maldonado, al este de Montevideo, donde militantes del Partido Comunista de Uruguay (PCU) participan en un colectivo de apoyo a la Revolución cubana.
Jimena González, de la directiva departamental del PCU, dijo que cuando se cumplen siete años de la desaparición física del líder cubano, sus ideas y accionar persisten como referentes para quienes en diversas latitudes abogan por la justicia y la solidaridad entre los pueblos.
La embajadora de Cuba, Zulan Popa, recordó las dos visitas que realizó el estadista de la nación caribeña a Uruguay.
La primera fue en mayo de 1959, poco después del triunfo revolucionario, ocasión en la que se solidarizó con las víctimas de inundaciones ocurridas en esa fecha en la nación sudamericana.
Volvería a Montevideo en 1995. Entonces saludó desde el balcón de la intendencia capitalina a miles de uruguayos que se concentraron para saludarle, rememoró la diplomática.
En la reunión participó una delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos ((ICAP), cuya vicepresidenta primera, Noemí Rabaza, agradeció a los uruguayos su tradicional solidaridad con la Cuba revolucionaria.
Rabaza explicó la difícil coyuntura que atraviesa su patria, en particular por el reforzado bloqueo de Estados Unidos, que adiciona otros castigos a los cubanos al incluir a la mayor de las Antillas en una lista unilateral de países que apoyan al terrorismo.
La representante cubana instó a continuar la denuncia del cerco estadounidense, el principal obstáculo para el desarrollo de la ínsula antillana.
Lilia Zamora, directora de Latinoamérica del ICAP, elogió el retorno del contingente uruguayo que se sumará a la 29 Brigada Latinoamericana de Trabajo Voluntario y Solidaridad con Cuba en enero próximo.
Del lado uruguayo enumeraron acciones de respaldo a los cubanos, en particular con el envío de jeringuillas en tiempos de la Covid-19 y en el reconocimiento público a la brigada médica de Cuba que presta servicios en el Hospital de Ojos “José Martí”, de Montevideo.
Una emotiva intervención estuvo a cargo de la joven emigrada cubana Jenine Sánchez, quien denunció la agresión virtual que sufre su país y, apuntó, envenena las redes con mensajes de odio y desesperanza.
lam/ool