El acto estuvo presidido por el secretario argentino de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, y el embajador de la nación caribeña Pedro Pablo Prada, y contó con la participación de la representante de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Taty Almeida.
Además, asistieron la directora nacional de Sitios y Espacios de Memoria, Lorena Battistiol, familiares y amigos de detenidos-desaparecidos y sobrevivientes del régimen.
De acuerdo con la ley 26691, el Estado argentino debe identificar y preservar locales que demuestran los crímenes cometidos por la dictadura por su valor probatorio en causas judiciales, para transmitir la memoria y como reparación para las víctimas.
Durante la cita, la secretaria de Cultura, Derechos Humanos y Debates Académicos de la sede diplomática, Magda Arias, destacó que la señalización de esos sitios permite denunciar el terrorismo de Estado y ratificar el compromiso con las acciones para evitar que se repita.
En el caso de la embajada, sus dependencias y sus trabajadores, fueron objetivos de la Operación Cóndor con la intención de atacar a la Revolución cubana y su ejemplo.
Prada recordó que esos hechos atroces constituyen una violación a las convenciones de la Organización de las Naciones Unidas sobre relaciones diplomáticas y consulares de 1961.
Además, señaló que las representaciones de la mayor de las Antillas en varios países sufrieron ataques desde el triunfo revolucionario de 1959 y 11 trabajadores del servicio exterior fueron asesinados.
En 1975, un grupo operativo mixto de la inteligencia militar argentina y comandos especializados de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, junto a miembros de la organización terrorista Acción Cubana, atentaron contra el embajador Emilio Aragonés.
Además, en 1976 la sede fue asediada con tanques y hombres armados durante varios días.
El 9 de agosto de ese año, los jóvenes diplomáticos Jesús Cejas y Crescencio Galañena fueron secuestrados por un grupo de tarea del régimen y más tarde asesinados en el centro clandestino de detención y tortura Automotores Orletti.
Prada indicó que también fueron desaparecidos seis trabajadores argentinos y la familia de uno de ellos, en tanto otros fueron perseguidos.
Por su parte, Pietragalla destacó el proceso llevado a cabo por el Equipo de Antropología Forense, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y la Secretaría para la identificación y repatriación de los restos de Cejas y Galañena, hallados décadas después en tanques metálicos.
Además, resaltó la relevancia del ejemplo de Cuba y reiteró su compromiso con la denuncia del criminal bloqueo impuesto pro Estados Unidos.
Señalizar este lugar es muy importante. Si hay un país que fue solidario ante las tragedias, que recibió a nuestros hermanos y abrazó a nuestras Madres y Abuelas, ese fue Cuba, señaló.
A su vez, Almeida aseguró que los cubanos y los 30 mil argentinos detenidos-desaparecidos están presentes, ahora y siempre.
A las nuevas autoridades electas, que les quede claro: aquí no hubo una guerra, fue un genocidio y son 30 mil, aseveró al denunciar el negacionismo impulsado por La Libertad Avanza.
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