En este litoral, que ha sido por décadas el baluarte para el turismo de sol y playa que visita la más extensa región de Cuba, las ofertas de una de las filiales de este tipo en el país, resulta de los atractivos medulares, especialmente para el mercado internacional.
Ubicada en las inmediaciones de los Hoteles Brisas y el Gran Club Santa Lucía, la institución fundada en Camagüey para 1994 en sus inicios sólo ofrecía actividades de pesca, excursión, además de servicios se playa.
En conversaciones con Carlos Rafael Lutggard, jefe del Centro Internacional de Buceo, Prensa Latina pudo conocer interioridades de la Marlin en Playa Santa Lucía y de su producto estrella en la actividad con los escualos.
“Es un espectáculo que depende de las corrientes de la Bahía de Nuevitas. Cada seis horas sube y baja la marea. Se hace a 25 metros de profundidad”, explica en un primer momento.
Sobre la seguridad que se precisa para el show con los tiburones que consiste en que un grupo de especialistas le dan de comer a estos importantes animales del ecosistema dice:
“En más de 25 años de servicio jamás ha habido problemas. Para ello es clave la coordinación, además de que los clientes son personas preparadas y dominan la técnica del buceo”, argumenta.
¿Existe algún requisito en especial para esta práctica?
“Nos caracteriza la calidad del servicio y el trato con el cliente pero ellos ya tiene conocimiento de las actividades de inmersión y demás. Es necesario aclarar que este servicio se reserva con tiempo de antelación”.
Resulta este un requisito indispensable pues permite a los profesionales de la Marlin calcular el tiempo de las mareas y las propias condiciones climatológicas.
“Son asuntos de seguridad para que todo salga bien. Cuando va entrando agua a la Bahía de Nuevitas es ese el momento en que todo está más claro y el cliente puede disfrutar del espectáculo”.
Lutggard explica que “también para la excursión de Playa Bonita se hace las reservaciones por agencia. Sale al otro lado de la Bahía y llegas a Cayo Sabinal. Almuerzo. Una hora de snorkel…ello mueve gran volumen de personas”.
Conocedor de los peligros del mar argumenta que “cada actividad tiene su riesgo, hay aguas malas tóxicas y otras condiciones marítimas, sin embargo nuestra experiencia y profesionalidad es la clave para el bienestar de cada cliente”, asegura el entrevistado.
Justo en el sitio que se realiza el show con tiburones, único de su tipo en Cuba, hay un barco hundido que data de 1905, ello provee de mayores elementos para disfrutar del buceo.
Sobre las diversas medidas ambientales y la protección de la naturaleza Lutggard comenta que siguen lo establecido por las políticas del país sobre el tema.
«Nuestro medio es el mar y cada una de las regulaciones se cumplen al pie de la letra, aunque nuestros clientes tienen mucha cultura del tema”.
A propósito comentó de las diversas orientaciones del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medioambiente que tiene en la Tarea Vida, un Plan de Estado para el cuidado y preservación de los ecosistemas.
“Recientemente ayudamos con las actividades del programa del Bojeo a Cuba. Quedaron los especialistas maravillados con la calidad del coral de esta zona, su estado de salud y vitalidad. También logramos fotos de los tiburones. Fue una gran experiencia”, concluyó.
Sin lugar a dudas las riquezas naturales de la zona norte de la provincia que hospeda más del por ciento de las playas de Cuba resultan fuente de riqueza económica y ambiental.
Tales bendiciones biológicas son aprovechadas por instituciones como la Marlin, que además ofrece servicios de curso de buceo para amantes de la inmersión que cada año llegan enamorados del mar se la mayor de las Antillas.
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