El evento tuvo lugar en la sede de la embajada antillana con la participación especial del doctor Antonio Castro, hijo del líder histórico de la Revolución Cubana.
Castro rememoró anécdotas personales que atestiguan la calidad humana y la grandeza de su padre, comunicó el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).
Además, remarcó la vigencia del pensamiento fidelista y agradeció la permanente solidaridad de Japón y de otros pueblos del mundo a la isla caribeña.
A propósito, la encargada de Negocios y jefa de la misión oficial, Katia Monzón, destacó que el internacionalismo y la solidaridad internacional constituyeron un deber sagrado para Fidel, quien falleció el 25 de noviembre de 2016.
“Asistimos a este encuentro con sentimientos encontrados: por un lado, con el dolor profundo de la pérdida física de un hombre extraordinario; por el otro, con el orgullo y el compromiso, como cubanos, de ser herederos de la obra humanista de Fidel”, enfatizó.
Por su parte, Masumi Matsumura, activista del Barco de la Paz (Peace Boat) resaltó la posición del ex presidente cubano a favor de la paz y en contra de las armas nucleares, mientras detallaba sus encuentros con Hibakushas (sobrevivientes de las bombas atómicas) y miembros de la organización en 2010 y 2012.
Yasuhiro Tanaka, director general del Comité Japonés de Solidaridad con Asia, África y América Latina, subrayó el liderazgo de Fidel dentro del Movimiento de Países No Alineados.
Asimismo, el profesor e investigador Michihiro Sindo, elogió el pensamiento estratégico y la capacidad visionaria del homenajeado.
Los asistentes a la actividad plasmaron varios mensajes de tributo al Comandante en Jefe en un Libro de Recordación.
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