En la ocasión, el Agregado Militar cubano ante Sudáfrica, Josué Manuel Ortega Martínez, se refirió los orígenes y algunos hechos que conformaron y constituyen los valores guía de ese cuerpo armado.
Con la presencia, de altos oficiales de Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF), entre ellos su jefe, el General Rudzani Maphwanya, Ortega Martínez recordó como el 2 de diciembre de 1956, 82 expedicionarios encabezados por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, dieron inicio a la última etapa de liberación nacional en la isla.
En aquellos momentos tras la dispersión inicial de los guerrilleros, al reunirse solo un pequeño grupo, y conocer Fidel que contaban con siete fusiles exclamó: ¡Ahora si ganamos la guerra!
Esa expresión de fe en la victoria, destacó el Agregado Militar cubano, es la que siempre nos ha acompañado.
Nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), son orgullo de nuestro pueblo porque ellas, sus soldados, oficiales y reservas, igual que los combatientes del Ministerio del Interior, son el pueblo uniformado, y constituyen un modelo de disciplina, humildad, abnegación y lealtad a la revolución, al partido y a la patria, añadió Ortega Martínez.
Pero nuestros combatientes, sostuvo, no sólo poseen un profundo sentido de la patria, amor a la tierra en que nacieron, también poseen un profundo espíritu internacionalista, y están dispuestos a prestar sus servicios revolucionarios a otros pueblos.
Así, detalló, la práctica consecuente del internacionalismo por las FAR va desde Argelia hasta Cuito Cuanavale, en Angola, donde la derrota decisiva del ejército del apartheid sudafricano fue una victoria para toda África.
Ello hizo posible que Angola disfrutara la paz y soberanía, asó como condujo a la independencia de Namibia y se derrotara el oprobioso sistema del apartheid, la liberación de Mandela y el establecimiento de un sistema democrático en Sudáfrica, rememoró,
Más de 300 mil soldados cubanos, resaltó Ortega Martínez, lucharon junto a sus hermanos africanos, en el sur de África.
Asimismo, concluyó, los cientos de miles de profesionales cubanos que por sesenta años han prestado sus servicios a pueblos hermanos, y lo continúan haciendo en las difíciles condiciones actuales a causa del bloqueo económico, comercial y financiero por los Estados Unidos, han sido inspirados en la misma filosofía que nos guio aquel 2 de diciembre, hace 67 años.
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