El proyecto contempla la creación de 45 nuevas líneas de autobuses de aquí a 2030, “que circularán por carriles exclusivos, con muy pocas paradas, para conectar zonas pobladas”, explicó Pécresse, además otras 9 líneas ya existentes se reforzarán, elevando con ello el número hasta un centenar lo que supone duplicar la red actual.
Sólo el 13 por ciento de los desplazamientos entre el centro y las numerosas localidades del extrarradio se hacen en transporte público, mientras que en la capital suben al 87 por ciento, por lo que el plan “es una respuesta concreta y rápida para los 500 mil habitantes de la región que recorren más de 50 kilómetros diarios para ir a trabajar”, señaló Francois Durovray, gestor del proyecto.
Para su puesta en marcha, el consorcio responsable del transporte público en la región (IDFM) llevará a cabo «la adquisición de unos 200 autocares suplementarios» que podrán alcanzar unos 70 millones de euros, a los que habrá que añadir otros 70 millones anuales que es el costo estimado de explotación de estas nuevas líneas.
El programa se desarrollará en dos etapas, la primera de las cuales retomará los carriles reservados en la autovía de circunvalación de París y en otras radiales para los Juegos Olímpicos de 2024, una vez finalizado el evento deportivo, y pondrá en marcha 25 líneas de autocar.
El plan director también identificó 28 carriles de la red viaria «prioritarios» que podrán convertirse en carriles reservados «con el fin de mejorar la fiabilidad de las líneas exprés actuales y apoyar la creación de nuevas líneas».
En una segunda fase, entre 2027 y 2030, se construirán intercambiadores multimodales de carreteras que ofrecerán conexiones con la red ferroviaria y servicios de coche compartido, y cuyo coste estimado será de entre 150 y 200 millones de euros.
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