Familiares, amigos, jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) rindieron tributo al destacado combatiente, nacido en la central provincia de Sancti Spíritus, donde se incorporó desde muy joven a la lucha revolucionaria en la isla antillana.
En la ceremonia, realizada en el panteón de los Veteranos de las Guerras de Independencia, en la Necrópolis de Colón, se destacó la participación de Hernández en el Movimiento 26 de Julio, las luchas clandestinas y en las milicias revolucionarias.
Asimismo, se reconoció su hoja de servicio en la compañía de tanques del Ejército Central, como jefe del Estado Mayor del Ejército Occidental, y en varias misiones internacionalistas.
El jefe de la dirección de operaciones de las FAR, general de división, Eugenio Rabilero, catalogó la vida y obra del militar fallecido como un ejemplo de modestia, honestidad y entrega sin límites a su profesión y a la revolución cubana.
Apuntó que Ermio Hernández profesó siempre una lealtad infinita al comandante en jefe Fidel Castro, y al general de Ejército Raúl Castro, un legado que guiará a oficiales por el camino del deber y la fidelidad, dijo Rabilero.
Durante su trayectoria mereció más de una veintena de reconocimientos y condecoraciones, otorgadas por el Consejo de Estado de la República de Cuba y las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
La ceremonia fue presidida por el viceministro de las FAR, Héroe de la República, general de cuerpo de ejército, Joaquín Quinta Solás, y el también vicetitular de ese organismo y jefe de su Estado Mayor General, general de cuerpo de ejército, Roberto Legrá Sotolongo.
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