Perteneciente al sitio Ramsar Gran Humedal Norte y a la Reserva de la Biosfera de Buenavista, posee una altura de 364 metros sobre el nivel del mar y sobresale por su atractivo paisaje rodeado de frondosos árboles, que sirven de guarida a una amplia gama de aves, reptiles, insectos y otros animales.
Declarada como área protegida de significación local, con categoría de Refugio de Fauna y administrada por la Empresa Provincial de la Flora y Fauna, se consagra a la conservación de la biodiversidad y de los valores paisajísticos y florísticos.
El especialista de recursos naturales de la subdelegación de Medio Ambiente en el territorio avileño, Daylón Fundora, explicó que la zona protegida abarca el domo salino y sus alrededores, por lo cual se considera como el núcleo del humedal.
Añadió que posee varios objetos de conservación como el palmar El Tres de Galán, entre los más grandes del centro de Cuba, por tener una de las mayores poblaciones de psitácidos (cotorras y cateyes).
Precisó que allí se acometen acciones para preservar el área boscosa por resultar la mayor y más densa de la provincia avileña, donde habitan significativas especies forestales como la palma real, jocuma, ocuje, jiquí, yagruma, guácima, cedro, majagua y almácigo.
Señaló que también trasciende la parte húmeda del entorno por encontrarse una gran variedad de helechos, enredaderas y epífitas como orquídeas y curujey.
Respecto a la fauna, apuntó el especialista, sobresale por su alto endemismo con la presencia de cotorras, cateyes, gavilanes, tomeguines del pinar, totíes, grullas, palomas, sijúes cotunto y plataneros, tocororos, carpinteros verdes y churrosos, cartacuba, cabreros y zunzunes, entre otros.
La Loma de Cunagua es uno de los sitios naturales avileños idóneos para las excursiones en tierra firme, modalidad turística que oferta la Agencia Cubana Ecotur a quienes visitan el balneario Jardines del Rey, en la cayería norte de la provincia.
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