“Este texto nos perjudica, nos divide, fue redactado por un solo sector”, declaró la vocera del comando Chile en Contra y alcaldesa de la comuna de Peñalolén, Carolina Leitao.
Durante una concentración realizada en el céntrico Paseo Ahumada, expresó que el proyecto, hecho por el extremista Partido Republicano y la alianza de derecha Chile Vamos, no da respuesta a los principales problemas del país y lo único que busca en infundirle miedo a la ciudadanía.
En el lado contrario, el vocero del comando A Favor, Claudio Salinas, aludió al tema de la inseguridad y la corrupción para convocar a los indecisos.
Los defensores de la propuesta se congregaron en las afueras del metro Tobalaba, ubicado entre las comunas acomodadas de Providencia y Las Condes.
El próximo domingo 15,4 millones de personas están convocadas a las urnas para pronunciarse sobre el texto que busca reemplazar la carta magna vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Partidos de centro izquierda y diversos sectores sociales, entre ellos los sindicatos y las mujeres, consideran la propuesta peor que la impuesta durante el régimen militar.
Dentro de sus capítulos más controvertidos mencionan el que podría conducir a la prohibición de la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violación, peligro para la vida de la madre o inviabilidad fetal.
También rechazan la eliminación del derecho a huelga, el recorte a los ingresos de las municipalidades, la institucionalización de las Administradoras de Fondos de Pensiones que lucran con los ahorros de los jubilados, entre otros asuntos.
Los partidarios del texto, sobre todo fuerzas de derecha opositora, señalan que se trata de una propuesta que consagra libertades, combate la inseguridad y las migraciones, a las que responsabilizan del incremento de la delincuencia.
Las encuestas publicadas aquí dan una ventaja al rechazo sobre el apruebo, aunque es una incógnita cómo van a votar los casi cinco millones de indecisos.
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