Si se revisa la tabla de más de una veintena de encuestas publicadas aquí, todas auguran un rechazo al texto, promovido por el extremista Partido Republicano y la también conservadora alianza Chile Vamos, pero aún es una incógnita como votarán los indecisos.
A diferencia del anterior proceso de 2022, que incluyó masivas movilizaciones en las calles, este no ha generado mayor entusiasmo y los cierres de campaña de los opositores y defensores de la propuesta fueron más bien modestos.
“Hay una especie de agotamiento, de desgano de la ciudadanía en este segundo proceso en poco más de un año”, declaró en una reciente entrevista a Prensa Latina el profesor de la Universidad de Santiago de Chile, Rodolfo Disi, quien lo atribuyó en parte a que la gente está más preocupada por problemas urgentes.
A pesar de ello se prevé una masiva asistencia a las urnas el domingo debido a que el voto es obligatorio desde 2022 y quienes no ejerzan su deber cívico arriesgan multas de entre 35 mil y 200 mil pesos (43 y 250 dólares).
La propuesta de carta magna genera polémicas, y representantes de la centro izquierda, sindicatos y agrupaciones de mujeres la consideran peor que la vigente, la cual fue impuesta en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet, si bien con los años se le hicieron modificaciones.
Entre los capítulos más controversiales figura el que podría dar al traste con la ley de la interrupción voluntaria del embarazo en las tres causales: inviabilidad fetal, violación o peligro para la vida de la madre.
La eliminación del derecho huelga, la reducción de los ingresos a las municipalidades, la institucionalización de las Administradoras de Fondos de Pensiones que lucran con los ahorros de los jubilados, son otros de los tantos puntos rechazados.
Por el contrario, los defensores del texto argumentan que allí se incluyen preocupaciones de la ciudadanía como la creciente inseguridad o la migración irregular, a la que responsabilizan con el incremento de la delincuencia.
El Servicio Electoral llamó a los ciudadanos a votar en paz, sin violencia y respetando el derecho de los demás a elegir.
“Si bien para algunos puede ser extenuante, cada uno de estos eventos conforma lo que llamamos la fiesta de la democracia y la oportunidad de que cada elector y electora pueda manifestar su preferencia”, dijo el presidente del consejo directivo de esa institución, Andrés Tagle.
Cerca de 15,4 millones de personas están convocadas a participar en el referendo del domingo, para el cual serán habilitados tres mil 118 locales de votación, incluidos 119 en el extranjero.
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