“Señor Presidente, en ocasión de su intervención televisiva, nosotros le demandamos solemnemente que tome la única decisión que vale: usted debe renunciar a una ley que representa un atentado a los valores de nuestra República y que además de fracturar a su propia mayoría, fracturará al país”, afirmaron en el texto.
De acuerdo con los promotores de la iniciativa, la norma respaldada ayer tras un consenso entre el oficialismo y los conservadores es la más regresiva en décadas, porque consagra el nacionalismo y pone en duda derechos fundamentales recogidos en la Constitución.
La ley es un desastre moral y una traición a nuestra historia, así como una rendición ante la extrema derecha, que puede legítimamente evocar una victoria ideológica, subrayaron entre otras asociaciones La Liga de los Derechos Humanos, SOS Racismo, los Amigos de la Tierra, Attac, Anvita y Derecho a la vivienda.
También firmaron el reclamo sindicatos como la Confederación General del Trabajo y la Federación Sindical Unitaria, y los principales partidos de izquierda, los insumisos, los socialistas, los comunistas y los ecologistas.
En su llamado, aseguraron que no abandonarán la lucha y resistirán a las decisiones arbitrarias e inhumanas.
Por su parte, Macron defendió en la televisión la norma, considerada una concesión a las posturas antiinmigrantes de la derecha y la extrema derecha, con restricciones polémicas que obstaculizan la reunificación familiar, restablecen el delito de residencia irregular y limitan la regularización de trabajadores “sin papeles”.
Según el mandatario, la ley es “el escudo que le faltaba” al país y persigue dos objetivos: luchar contra la inmigración irregular e integrar mejor a los extranjeros mediante el aprendizaje del idioma y del trabajo.
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