Según medios como la cadena Franceinfo, la decisión de la titular se debió a la inclusión, en la norma negociada entre el Gobierno y los conservadores, de una disposición que exige a los estudiantes extranjeros realizar un depósito de dinero en garantía para ser aceptados en suelo galo.
Macron manifestó ayer, en una intervención para defender el texto denunciado como una iniciativa en sintonía con los intereses de la derecha y la extrema derecha, que no le parece una buena idea exigir a los educandos foráneos ese depósito.
En ese sentido, el mandatario habría prometido a Retailleau revisar la disposición si el Consejo Constitucional no rechaza la medida en su evaluación de la ley, aprobada el martes pasado por la Asamblea Nacional y el Senado.
Varias universidades francesas fijaron este jueves postura contra el pedido de un depósito, lo cual consideraron contrario a la tradición de las casas de altos estudio a nivel internacional y negativo para la imagen del país en el mundo.
La víspera renunció el ministro de Salud Aurélien Rousseau, también molesto con una ley de inmigración que restringe la reunificación familiar y la regularización de trabajadores indocumentados y llama a reformar la Ayuda Médica del Estado a personas “sin papeles”, beneficio que la derecha quiere eliminar.
Macron sí aceptó la dimisión de Rousseau, que no fue la única fisura dentro de las filas del partido gobernante Renacimiento y sus aliados, ya que casi 60 diputados no votaron a favor del texto en la Asamblea.
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