Al término de las operaciones en la primera de esas plazas el barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) se cotizó en 73,89 dólares, lo que supuso una caída de 33 centavos de dólar o un 0,44 por ciento.
Sin embargo, en ese mercado los contratos de futuros de gas natural para entrega en enero ganaron 12 centavos, hasta cerrar en 2,57 dólares por cada mil pies cúbicos.
En cambio, los de gasolina, con igual fecha de suministro, perdieron cuatro centavos y despidieron la sesión a 2,15 dólares el galón.
Mientras, en el mercado de Londres el tonel de crudo Brent del mar del Norte cedió 31 centavos, o sea, un 0,39 por ciento, y se fijó en 79,39 dólares.
Varios expertos atribuyeron los retrocesos de las cotizaciones al anuncio de Angola, el mayor productor de oro negro de África, de que se retirará de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), argumentando que su pertenencia al bloque no responde a sus intereses.
También los asociaron al temor entre los inversores a una merma global de la demanda del combustible, frente al fuerte aumento de la producción estadounidense de crudo.
Analistas comentaron que pese a los pronósticos de una mayor escalada de los precios del oro negro a partir del segundo semestre de 2023, estos se mantienen desde hace varios meses en el diapasón de entre los 70 y 80 dólares el barril, con frecuentes altibajos que reflejan la alta volatilidad de los mercados.
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