La agencia francesa AFP reportó la salida de los uniformados, quienes sumaban mil 500 en el momento de la llegada al poder de una junta militar en la nación del Sahel, enrolados en la operación antiterrorista Barkhane.
Desde su control en Níger, las nuevas autoridades habían demandado la retirada de Francia, acusándola de injerencia en sus asuntos internos y de tener como único interés el dominio de recursos estratégicos en la otrora colonia de África Occidental, en particular del uranio y del oro.
El presidente Emmanuel Macron rechazó en los primeros meses el fin de la presencia gala allí, pero ante el desarrollo de los acontecimientos anunció a finales de septiembre el regreso de las tropas y del embajador Sylvain Itté, declarado persona non grata.
Ayer circuló la información de que París cerrará su embajada en Níger, que representaba el último país del Sahel con militares franceses de Barkhane, expulsados también de Mali y de Burkina Faso.
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