Los acusados fueron detenidos el 14 de diciembre durante la llamada Operación Tributos, realizada en nueve regiones del país por la Policía de Investigaciones (PDI).
Desde 2015 estos individuos crearon compañías en rubros como los servicios y la construcción, con el único propósito de defraudar al fisco.
Estaban vinculados a siete grupos criminales y diseñaron un complejo esquema de evasión de impuestos a través de diversas tácticas y entidades para ocultar sus ingresos reales y reducir sus obligaciones tributarias.
El clan Canessa, liderado por José Antonio Pavez Canessa, creó una red compuesta por 16 empresas que se dedicaban a la emisión y facilitación de facturas falsas a otras firmas.
También operaban los clanes Galaz, Barraza, Croxatto, Nexus, Barriga y Polanco.
Los líderes de esos grupos, todos chilenos, adquirieron lujosos bienes y propiedades con el dinero obtenido de manera ilegal.
La Fiscalía los acusa por delitos tributarios, asociación ilícita, lavado de activos y declaración maliciosamente falsa en la exportación.
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