Esta postura fue expresada por el encargado de negocios interino de la Delegación Permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Al-Hakam Dendi, quien reafirmó que la resolución conduciría a una etapa peligrosa en la labor de la OPAQ y su futuro, y aumenta la intensidad de la polarización y la politización.
Damasco rechaza esta resolución y la considera una desviación del marco de la Convención sobre Armas Químicas que regula el trabajo de la Organización, y únicamente representa las posiciones aislacionistas de los países occidentales, explicó el diplomático.
Agregó que mediante esta acción, los países occidentales pretenden lograr cosas que no pudieron alcanzar mediante ataques y campañas políticas fallidas contra Siria.
Responsabilizó a los países occidentales por los efectos negativos que enfrenta y enfrentará el mencionado Organismo como resultado de la imposición de estos países de decisiones que aumentan la división y la polarización.
La decisión de OPAQ prohíbe al Gobierno sirio importar materia prima o equipos para las instalaciones de industria química.
Siria mostró en varias ocasiones su total rechazo a los informes emitidos por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas que acusa al Ejército sirio de usar armas químicas y aseguró que ninguna persona en su sano juicio o especialista puede llegar a las conclusiones engañosas de los autores de estos informes.
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