Pocos temas roban en suelo galo la esperada tranquilidad de los días finales del año, los hay mucho más inquietantes o polémicos, como el terrorismo y la inmigración, y sin dudas uno es el de la leyenda viviente del cine francés, aún aclamado por no pocos, pero repudiado al parecer por muchos más por su conducta dentro y fuera de los estudios de filmación.
A los propósitos controvertidos del presidente Emmanuel Macron, quien en el contexto del debate nacional sobre la ley de inmigración calificó al actor de orgullo de Francia, se suma la publicación ayer en Le Figaro de una carta en la que personalidades rechazan un alegado linchamiento mediático de Depardieu.
Las actrices Nathalie Baye y Carole Bouquet, sus colegas Pierre Richard y Jacques Weber, el director Bertrand Blier y los cantantes Carla Bruni, Roberto Alagna y Arielle Dombasle, entre otros, firmaron el texto que defiende “al último monstruo sagrado del cine” del “odio y del desprecio a la presunción de inocencia”.
Para esas figuras de la cultura, con el ataque al laureado intérprete de personajes como Cyrano de Bergerac, Vatel y el Conde de Montecristo, se ataca también al arte.
Ocurra lo que ocurra, nadie podrá jamás borrar la huella indeleble que su obra representa, todo lo demás corresponde a la justicia, y solo a ella, advirtieron.
Este mes atizó las reacciones contra el histrión de 74 años, galardonado Caballero de la Legión de Honor y con la Orden Nacional del Mérito, ganador de dos premios César y candidato al Oscar, el programa de France TV Complément d’enquête con sus revelaciones.
La emisión no solo sacó a la luz una segunda acusación ante la justicia contra el actor, formalizada en septiembre bajo el cargo de agresión sexual por la actriz Hélène Darras, también dejó escuchar su voz en comentarios obscenos y sexistas durante su visita a Pyongyang, Norcorea, en 2018.
La denuncia se sumó a la presentada por violación hace unos años por su colega Charlotte Arnould, con una tercera recién divulgada por la periodista y escritora española Ruth Baza, quien anunció a la agencia AFP que acusó al comediante de violación, hecho que habría sucedido en octubre de 1995 durante una entrevista para Cinemanía.
También otras actrices pusieron en la palestra a Depardieu, como Anouk Grinberg cuando afirmó a la revista Elle que «todos los que trabajaron con Depardieu saben que él atacaba a las mujeres», o cuando en abril de este año 13 féminas le atribuyeron actos de violencia sexual cometidos entre 2004 y 2022.
De acuerdo con la militante feminista Raphaëlle Rémy-Leleu, el documento firmado por personalidades de la cultura en apoyo al actor demuestra una “negación de la realidad”.
Han decidido privilegiar al artista y despreciar la palabra de las víctimas, subrayó.
En declaraciones a la cadena Franceinfo, Rémy-Leleu se preguntó: «¿Qué es lo que lleva a personas todavía a defender a Gérard Depardieu?”.
Por su parte, en la red social X, Laurent Boyet, presidente y fundador de la asociación de víctimas de incesto “Les Papillons”, cuestionó al actor Pierre Richard por respaldar a Depardieu, con quien trabajó en varias comedias en la década de los 80.
Siempre estaremos del lado de las víctimas, la carta firmada por Richard de apoyo a Depardieu es indecente, por eso él no será más un embajador de nuestra asociación, escribió Boyet.
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