El vocero de la organización heredera del Frente Nacional, Julien Odoul, realizó el anuncio en declaraciones a los medios CNews y Europe1, despejando cualquier duda sobre el representante de una de las principales fuerzas políticas en la aún distante cita en las urnas.
“Marine Le Pen no quiere gobernar a Francia, quiere presidirla”, dijo el parlamentario en alusión a una persona que perdió ante el jefe de Estado Emmanuel Macron el balotaje en los últimos dos comicios, en 2017 y 2022.
Hija del fundador del Frente Nacional y controvertido político Jean-Marie Le Pen, la dirigente de 55 años es considerada según recientes encuestas favorita para volver a competir en una segunda vuelta, en las elecciones de 2027, a las que no podrá presentarse Macron.
Su popularidad entre los seguidores de posturas nacionalistas se ha visto desafiada en los últimos meses en los sondeos por el actual presidente de RN y eurodiputado, Jordan Bardella.
A Marine la describen analistas como una persona hábil, capaz de distanciarse de posiciones ultra-radicales defendidas por su padre, pero sin que existan dudas de que se trata de una exponente de la extrema derecha, lo cual demostró este mes con la polémica ley de inmigración adoptada en el Senado y la Asamblea Nacional.
Le Pen consideró el texto, que endurece la mano dura en el tratamiento a la inmigración, una victoria ideológica de RN, aunque esta organización pretende ir mucho más allá en el abordaje de la cuestión de los extranjeros.
rgh/wmr