De acuerdo con él, el Servicio Federal de Inteligencia alemán desempeña esta vez un papel importante, pero también están implicados los estadounidenses, británicos y franceses.
El político señaló que las autoridades serbias tuvieron que usar la fuerza, pero, en su opinión, Belgrado dudó durante mucho tiempo con esta decisión, porque antes las autoridades permitían que personas irresponsables bloquearan puentes y carreteras.
Según él, era necesario detener esto a tiempo, pues se puede protestar todo lo que se quiera en el centro de la ciudad, pero no se pueden poner en peligro importantes cruces de transporte, en este caso el uso de la fuerza está justificado.
En su opinión, Occidente pone a prueba al presidente serbio, Aleksandar Vucic, tomándole el pulso antes de tomar nuevas medidas.
Posiblemente, el sábado vuelva a haber violencia en las calles, pues las fuerzas occidentales simplemente quieren obligar a Vucic a renunciar a Kosovo y Metohija, negarse a apoyar a la República Srpska en Bosnia y Herzegovina e imponer sanciones a Rusia, añadió.
Después de las elecciones parlamentarias y municipales celebradas en Serbia el 17 de diciembre, el ministerio de Asuntos Exteriores alemán declaró, que durante la votación se habrían producido hechos de abuso de recursos estatales, intimidación y soborno de los votantes.
El domingo pasado, representantes de la oposición, que no estaban de acuerdo con los resultados de las elecciones celebradas en el país, rodearon el edificio de la asamblea de la ciudad, intentaron derribar las puertas y rompieron las ventanas.
Luego quisieron abrirse paso, pero la gendarmería se lo impidió, las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes.
El líder serbio convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional, y en su discurso a los ciudadanos afirmó que estas protestas son un intento de privar al pais de su independencia y soberanía.
Vucic también agradeció a los servicios de inteligencia de los países socios, quienes, según él, advirtieron a las autoridades republicanas sobre las acciones inminentes.
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