Esta puesta en escena en el legendario recinto de la capital cubana estará en cartelera los días 29 y 30 de diciembre a las 19:00 hora local y trae a un Yarini que pretende entenderse con el presente.
La compañía Roclan & Ballet Revolution deja muy claro que todo en este Yarini converge en su ahora, publicó el sitio Cubarte.
Se trata de una obra muy actual, «un hecho que transcurre indetenible, solitario, inadvertido, sin nostalgia por lo ocurrido y sin fantasía por el porvenir, detalló la página digital.
La propia estructura que organiza los sucesos -empezando por el desfile mortuorio del “Gallo de San Isidro”- ejerce su acción desde lo ficticio, y ello toma forma en el «nosotros», construido entre platea y escena, y entre danza y lenguaje, citó Cubarte.
El relato teatral se mueve con el ir y venir del propio personaje, señaló.
La vida y la muerte, el fatum trágico del “héroe”, todos elementos juntos como principio y fin del hecho coreográfico, concluyó la nota del sitio Cubarte.
Recordar a Alberto Yarini es remontarse a La Habana de las postrimerías del siglo XIX.
En 1900 cumplió 18; fue bien educado, de familia pudiente y defensor de causas justas, apuesto, elegante y de finos modales, pero la muerte lo encontró a él a los 28 años de edad entre vicios. Se hizo conocido por importar prostitutas de Francia, operando en el barrio de San Isidro.
Su labor perseverante logró que se instaurara en Cuba el Día de la Madre.
Fue asesinado el 21 de noviembre de 1910 por los disparos del proxeneta rival francés Louis Letot y sus cómplices, a su vez, Letot murió baleado por el amigo de Yarini, José Basterrechea.
En la cultura popular, Yarini aparece en muchas obras teatrales, musicales y en el cine.
Felipe Hen ernández escribió en 1960 la pieza de teatro musical «Réquiem por Yarini» sobre su vida, la cual se basó, en gran medida, la película «Dioses rotos» (2009), del cubano Ernesto Daranas.
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