La temporada de Manteca, estreno de Tebas Teatro, incluye funciones que se mantendrán de jueves a domingos, siempre a las 17:00 hora local.
Cuenta con puesta en escena de Alberto Sarraín, e inevitablemente esta nueva propuesta evoca el trascendente montaje efectuado hace 30 años a cargo de Miriam Lezcano con Teatro Mío, que marcó un hito en el teatro cubano al poner sobre las tablas la realidad a la manera descarnada del texto de Pedro, en el difícil contexto social de los años 90 en Cuba.
La pieza será interpretada por dos elencos que alternarán funciones, y los roles de Dulce, Celestino y Pucho serán interpretados por Nieves Riovalles/Indira Valdés, Faustino Pérez/ Enrique Bueno y Falconerys Escobar/ David Reys, respectivamente.
Sobre esta pieza clave en la contemporaneidad teatral de la isla refiere el crítico Omar Valiño: En Manteca también se crea, de otro modo, una condición ritual. Pero la ritualidad se asentaba en la cotidianidad como punto de encuentro de toda la vida social. Las connotaciones simbólicas aparecían en esta puesta en escena muy vinculadas con la existencia/resistencia heroica del común de los cubanos.
La escritura de la obra lograba rebasar, sin embargo, la chatura de una descripción reproductiva de esa vida. El verbo y el diálogo entre los hermanos resultaba atravesado por toda la densidad y profundidad del espacio social cubano.
A la disolución de la familia en Electra Garrigó, a su parálisis en Aire frío, a su conflicto frente a un nuevo orden social en La casa vieja, a su irresoluble destino en La noche de los asesinos, la continúa la unión crítica en la diferencia, de Manteca.
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