Instituciones nacionales como el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos destacaron el onomástico de quien figura como uno de los autores de bandas sonoras de algunas de las películas más relevantes de los últimos 30 años en la isla.
Como compositor, su nombre está unido a la música de importantes series televisivas cubanas como En silencio ha tenido que ser y Julito el pescador, ambas en colaboración con su hermano Sergio (1948-2016), también Premio Nacional de Música 2014.
Su firma también aparece en la música de las cintas Fresa y Chocolate, Techo de vidrio y Un paraíso bajo las estrellas, entre otras.
Desde su fundación, el célebre artista formó parte del grupo Síntesis, hasta que en 1983 creó su propia banda, caracterizada por una notable versatilidad, donde se combina la música de cámara y la popular, con incursiones al jazz, bajo un marcado acento de cubanía.
Con su obra, Vitier ha participado en los festivales de jazz de Montreal, Du Maurier Ltd Downtown, de Toronto, (Canadá), Latino de Nueva York (Estados Unidos), el Cervantino de México, Afro-caribeño de Burdeos y el Midem de Cannes (Francia).
Nominado entre los cinco mejores álbumes de música clásica al premio Grammy Latino, con su CD Salmo de las Américas (2000), ostenta importantes distinciones como la Medalla Alejo Carpentier y la Orden Félix Varela, ambas en 2004.
La majestuosidad de su trabajo autoral y su interpretación al piano, lo reconocen como uno de los más trascendentales músicos de las últimas décadas en Cuba.
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