De acuerdo con la dirigente de uno de los principales gremios de Francia, en las próximas horas será público un llamamiento a las marchas en esta capital y otras ciudades, firmado por 200 personalidades del mundo asociativo y sindical.
La ley de inmigración ataca profundamente los valores de la República, subrayó a la cadena France Inter.
Léon afirmó además que la iniciativa representa una pérdida de la fraternidad, postura que comparten otras organizaciones.
A finales del año pasado, también la Confederación General del Trabajo (CGT), el otro gran sindicato francés, fustigó en voz de su secretaria general, Sophie Binet, el texto, que aún debe ser validado por el Consejo Constitucional.
Aprobada el 19 de diciembre tras un acuerdo en comisión mixta entre el oficialismo y los conservadores, la norma genera rechazo por medidas que incluso el gobierno admitió que pudieran ser contrarias a la carta magna, como la imposición de un depósito de garantía a estudiantes extranjeros para poder ser aceptados en universidades de Francia.
La ley también restringe la reunificación familiar y la regularización de trabajadores indocumentados y llama a reformar la Ayuda Médica del Estado a personas “sin papeles”, beneficio que la derecha quiere eliminar.
El partido de extrema derecha Agrupación Nacional y su líder, Marine Le Pen, reivindicaron el texto como una victoria ideológica, lo cual atizó aún más la polémica.
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