Poco después de que circulara la información acerca de la renuncia de la jefa del Gobierno, el mandatario agradeció en la red social X su “trabajo al servicio de la nación”, al que calificó de “cada día ejemplar”.
Asimismo, señaló que Borne puso en práctica con coraje, compromiso y la determinación de las mujeres de Estado el proyecto encomendado.
Pese a los elogios, políticos y medios de prensa llamaron la atención sobre la manera poco ortodoxa de confirmarse la salida del puesto de la primera ministra.
Después del despido por correo electrónico, Macron inventa el por tuit, escribió el líder de los socialistas Olivier Faure.
A Borne le atribuían en suelo galo un notable desgaste político, marcado por el uso recurrente del artículo 49.3 de la Constitución, el cual permite aprobar leyes sin el voto parlamentario, y por las polémicas reformas de la jubilación y la inmigración.
La expectativa se centra ahora en quién sustituirá en el Palacio de Matignon a la primera ministra, quien estuvo 20 meses en el puesto, con una lista de potenciales relevos que incluye a los ministros de Defensa, Sébastien Lecornu; de Economía, Bruno Le Maire; y de Educación, Gabriel Attal, así como al extitular de Agricultura, Julien Denormandie.
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