La distinción reconoce su extensa labor de investigación y preservación de los valores identitarios, así como, su consagración al rescate y promoción de los elementos patrimoniales de la isla y más autóctonos de la cultura de la nación.
Con su obra «Biografía de un cimarrón», publicada en 1966, el doctor en Ciencias Históricas dio voz a los más de un millón de africanos esclavos y trasladados forzosamente a Cuba, y por el aporte de quienes en el continente protagonizaron las luchas independentistas y de resistencia cultural.
En el Hemiciclo del Museo de Arte Universal de la capital cubana el reconocido narrador y ensayista con modestas palabras, según expresó, dedicó el premio a su maestro Argeliers León y a María Teresa Linares, quien le enseñó lo rico del Punto Cubano.
No olvidar tampoco este día a Marta Arjona en su centenario, pero quiero, ante todo, agradecer al jurado por haberme honrado con un premio que reconoce, creo por primera vez, el Patrimonio Inmaterial o vivo de tanta riqueza en nuestro país, manifestó Barnet.
Confieso, apuntó, que no he hecho otra cosas en mi ya larga vida que indagar en esto lo cual tan lúcidamente Fernando Ortiz llamó la cubanía, es decir, la vocación de ser cubano en su dimensión más profunda, añadió.
Este, queridos amigos, es un homenaje que se rinde a esa misteriosa esencia de lo cubano, la más concreta certeza de habitar una isla mágica y resistente, agregó el escritor.
Barnet es uno de los narradores cubanos de mayor éxito internacional y su obra se encuentra traducida a varias lenguas. En 1994 obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Cuba.
Se especializó en la investigación etnológica y en aspectos de la transculturación de las religiones de origen africano en Cuba y en el Caribe.
Escribió guiones de varios documentales cinematográficos, así como de los largometrajes cubanos «Gallego», basado en su novela homónima, y fue coguionista de «La Bella del Alhambra», premiada en el Festival de Cine de La Habana e inspirada en su novela «Canción de Rachel».
La cinta recibió el Premio Goya en España en 1990 a la Mejor Película Extranjera de Habla Hispana.
A este Premio Nacional de Patrimonio Cultural aspiraban otras ocho destacadas figuras de la cultura cubana, entre ellas, el crítico de cine Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba y nominado por el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficos.
Como parte de su amplia labor investigativa, el intelectual promovió también el programa internacional la Ruta del Esclavo, denominada hoy La Ruta de las Personas Esclavizadas, de acuerdo con lo dicho en la ceremonia como la Red Internacional de la Unesco para preservar esos lugares de resistencia.
Presidieron el acto, la viceprimera ministra de la República de Cuba, Inés María Chapman, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, el presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, y otras personalidades del arte y la cultura.
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