A pesar del esfuerzo realizado desde la presidencia para divulgar la comparecencia del jefe del Estado, en la que iba a “presentar el nuevo rumbo” del recién elegido primer ministro Gabriel Attal, lo cierto es que ayer por la noche Macron solo consiguió congregar frente a los televisores a menos del 13 por ciento de sus conciudadanos, una cifra bastante más baja que la de sus votantes.
De acuerdo con los datos de audiencia facilitados hoy, el discurso fue retransmitido íntegro por ocho cadenas de televisión y varias emisoras de radio, con el objetivo de llegar al mayor número posible de personas y en horario de máxima audiencia, y fue seguido por el 41,6 por ciento de los televidentes de esa franja horaria.
La “cita con la nación” quedó un tanto desdibujada si se tiene en cuenta que en el discurso de año nuevo, el 31 de diciembre, el discurso del presidente fue seguido por 10,2 millones de espectadores, y que el 17 de abril de 2023, unos 15 millones de personas escucharon a Macron hablar sobre la reforma de las pensiones.
Además, desde todo el espectro político se criticó el discurso del dirigente por estar vacío de contenido, incoherente y desconectado del sentir ciudadano, así según Manuel Bompard, coordinador de Francia Insumisa, Macron usó “clichés reaccionarios, repitió promesas incumplidas y anunció una nueva etapa de maltrato social”, dijo.
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