La fiesta comenzará el 8 de mayo en el hermoso Puerto Viejo de la mediterránea Marsella, al que llegará la llama olímpica procedente de Atenas a bordo del majestuoso velero Belem, recibimiento en el que cinco mil policías y gendarmes garantizarán la paz y la tranquilidad de un público estimado en 150 mil personas.
A partir de ese momento en la urbe focense y hasta la inauguración de los Juegos Olímpicos, el 26 de julio en esta capital, se activará un despliegue sin precedentes, en el que alrededor de un centenar de agentes, uniformados y de civil, acompañarán a los portadores de la antorcha, unos 10 mil en total.
De acuerdo con el Ministerio del Interior, la comitiva de seguridad la integrarán fuerzas especiales, vehículos con capacidad de neutralizar drones, motocicletas y otros medios técnicos y humanos.
El titular de la cartera, Gérald Darmanin, ofreció detalles del dispositivo y de su necesidad, ya que “a una velocidad media de cuatro kilómetros por hora pueden pasar muchas cosas que perturben el recorrido”.
La llama que iluminará los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París-2024 atravesará al menos 400 ciudades y poblados de Francia, ubicados en 64 departamentos, incluyendo algunos de ultramar.
Hace una semana, los organizadores de la cita bajo los cinco aros, que acogerá la Ciudad de la Luz por tercera vez después de las ediciones de 1900 y 1924, anunciaron la identidad del 80 por ciento de los 10 mil portadores de la antorcha.
La lista de relevos la conforman medallistas olímpicos y mundiales como Laura Flessel (esgrima), Sarah Ourahmoune (boxeo), Émilie Lepennec (gimnasia artística) y Camille Lacourt (natación), la leyenda del fútbol Jean-Pierre Papin y personalidades de la talla del astronauta Thomas Pesquet y de los actores Jamel Debbouze y Jean-Pascal Zadi.
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