A propósito de la instalación en La Habana este lunes del VI Ciclo de la Mesa de Diálogos entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos de la cancillería declaró a Prensa Latina que mantener a la nación caribeña en el arbitrario listado no tiene justificación alguna.
La funcionaria llamó a las autoridades estadounidenses a respetar el llamado del actual mandatario Gustavo Petro que ha pedido en números ocasiones la retirada de Cuba de esa lista, y que no se use más el nombre de Colombia para continuar torturando al pueblo de la isla.
Tablada aseguró que para su país representa mucha alegría continuar siendo sede de los diálogos de paz, en especial porque en La Habana se adoptó uno de los acuerdos más importantes de este proceso, el cese al fuego entre las partes.
Agregó que también resulta motivo de orgullo la resistencia de los cubanos ante las presiones y extorsiones económicas de la administración del expresidente Donald Trump y la continuidad de la política agresiva de Joe Biden.
Igualmente, agradeció a la mayoría de la comunidad internacional por su respaldo al llamado de la isla a que se ponga fin al bloqueo y no se utilice el tema de las negociaciones de paz para mantener a la isla en la arbitraria lista.
La diplomática denunció que la decisión estadounidense, no solo es una calumnia, sino que causa enormes restricciones financieras y priva al pueblo cubano de productos de primera necesidad.
Además, recordó que en noviembre del año pasado la administración estadounidense tuvo la desvergüenza de mantener a Cuba como un estado terrorista aludiendo a la narrativa del expresidente colombiano Iván Duque.
En este sentido, recalcó que actualmente el Gobierno estadounidense no tiene razón alguna para mantener a la isla en ese listado.
La nación caribeña acoge desde este lunes el Sexto Ciclo de la Mesa de Diálogos de Paz entre la delegación del Gobierno de Colombia y el ELN. El canciller cubano, Bruno Rodríguez reiteró el compromiso del país, como Estado Garante, con la paz de la nación suramericana.
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