El ministro de Relaciones Exteriores eritreo, Osman Saleh, así lo expresó en el cónclave que, a su juicio, brinda una nueva oportunidad para reflexionar a fondo y compartir perspectivas sobre cómo fortalecer y profundizar la cooperación y asociación genuinas dentro del Sur Global.
Saleh consideró además que tiene una mayor importancia debido a los desafíos interconectados que enfrentan los Estados Miembros, socavando el logro de sus objetivos de desarrollo.
Las crisis globales entrelazadas que incluyen guerras no provocadas y tensiones geopolíticas, calamidades climáticas, pandemias de salud pública, entre otras, plantean serias amenazas a la aldea global, y sus víctimas inmediatas son las sociedades desfavorecidas y marginadas del Sur Global, subrayó.
Precisó que, a mitad de camino de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, parece que cumplir los objetivos y compromisos de desarrollo previstos sigue siendo arduo y los países del Sur están visiblemente rezagados a pesar del lema declarado de “no dejar a nadie atrás”.
A pesar del enorme potencial y las continuas promesas, un número considerable de personas, particularmente en África, siguen en un nivel de pobreza con condiciones socioeconómicas estancadas, enfatizó.
El jefe de la diplomacia eritrea destacó la resiliencia de su pueblo y los esfuerzos redoblados para rehabilitar la economía a través de una estrategia de desarrollo anclada en la política de justicia social y asociación centrada en sectores clave necesarios para estimular el crecimiento.
Denunció la aplicación de medidas coercitivas unilaterales con fines políticos de unas pocas potencias contra países del Sur Global, estos últimos ya afectados por los desafíos subyacentes actuales. “Estas medidas deben ponerse fin de inmediato y, a tal efecto, se necesita una fuerte solidaridad de todos los Estados miembros”, afirmó.
Como se prometió durante la Cumbre de La Habana en septiembre del año pasado, el Grupo debe esforzarse por facilitar el acceso, la adquisición y la transferencia de tecnología para transformar diversos sectores como la seguridad alimentaria, la salud, la infraestructura energética, la manufactura y el desarrollo de recursos humanos y la creación de capacidad, recordó.
Antes de concluir, recalcó firmemente que la guerra desatada contra la población civil palestina y las instituciones públicas debe cesar de inmediato y que los derechos y aspiraciones inalienables del pueblo deben respetarse plenamente.
“El derecho a la libre determinación del pueblo palestino es un derecho natural y legítimo que no debe verse comprometido en ningún momento”, comentó.
mem/nmr