Fue tal la reacción del régimen colonial que su furia no se hizo esperar y aquellos, apostados cerca del teatro, dispararon al edificio de madera y después contra quienes huían, provocando una verdadera masacre.
La compañía Bufos Habaneros a cargo de la obra «Perro huevero, aunque le quemen el hocico», los asistentes habituales y muchos patriotas sufrieron una fuerte embestida del destacamento armado y dispararon al interior del local, golpeando a mansalva a personas indefensas.
De esa forma fue desalojada la institución y tras de sí un saldo de tres muertos y varios heridos.
Anualmente desde 1980, en homenaje a esos acontecimientos, tienen lugar las Jornadas Villanueva en la cual se entregan las siguientes distinciones: Premios Villanueva de la Crítica Teatral, Premio Villanueva al Mejor Teatro para niños, Premio Villanueva al Mejor Teatro para adultos y Premio Villanueva al Mejor Espectáculo extranjero.
Los teatristas cubanos evocan cada año lo que recoge la historia como «Los sucesos de Villanueva», momento a partir del cual ese sector en la isla mostró su posición al lado de las causas justas y apareció publicada al día siguiente (23 de enero), en un pequeño periódico, la obra «Abdala», de José Martí.
Algunos aseguran que Martí -en ese entonces un adolescente- distribuyó personalmente «El Diablo Cojuelo» y «La Patria Libre» la noche de los hechos sangrientos en el recinto.
El teatro Villanueva sobresalió por presentar obras y temas con un sutil trasfondo político que, con el tiempo, tomó matices patrióticos.
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