“Los bloqueos durarán el tiempo que haga falta”, subrayó el líder del principal gremio del sector a la cadena RMC, en un contexto de escalada de la movilización de campesinos con sus tractores para denunciar condiciones de trabajo que consideran insostenibles.
La inflación, los bajos salarios, las normas ambientales europeas –las cuales tildan de severas-, el alza del costo de los combustibles y el retraso en ayudas estatales impactan con fuerza al campo en Francia, en un movimiento de contestación que se extiende por Europa.
De acuerdo con Rousseau, existe un problema de fondo que demanda respuestas concretas y rápidas.
No bastan las palabras, necesitamos cosas concretas, dijo el dirigente sindical, quien ayer fue recibido junto a otros representantes gremiales por el primer ministro Gabriel Attal, quien prometió medidas frente a la crisis.
Respecto a los bloqueos, afirmó que continuarán de manera escalonada, y adelantó que ningún departamento dejará de “entrar en acción”.
Este martes los cierres de autopistas por agricultores y sus tractores aumentaron en suelo galo, con las rutas A7, A62 y A63 concernidas, además de la A64, que enlaza a las sureñas ciudades de Toulouse y de Bayona (País Vasco francés), bloqueada desde el pasado jueves.
Líderes políticos, como el secretario nacional del Partido Comunista Francés, Fabien Roussel, expresaron su respaldo a las protestas y exigieron medidas gubernamentales.
La tragedia impactó temprano en la mañana a los manifestantes, tras un accidente en un punto de bloqueo en Ariège, donde una agricultora perdió la vida y su esposo e hija resultaron heridos de gravedad.
Según diversas fuentes, un vehículo intentó burlar el cierre, provocando el mortal accidente y la detención de las personas que viajaban en el automóvil.
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