Son estas palabras las que definen al Héroe Nacional de Cuba en la tarja situada en el busto que perpetúa aquí su memoria, y ante el cual el embajador de esa nación caribeña, Orlando Hernández, rememoró los aspectos más relevantes de la trayectoria revolucionaria del prócer independentista.
Significó que El presidio político en Cuba, publicado en 1871, fue el primero de sus numerosos escritos en defensa de la independencia nacional, y que casi dos décadas después, en 1892, fundó el Partido Revolucionario Cubano y su órgano de expresión, el periódico Patria.
Organizador de la llamada «guerra necesaria», en la obra política de Martí destacan tres prioridades: la unidad de todos los cubanos, la eliminación del dominio español, y la necesidad de evitar la expansión de Estados Unidos hacia la isla, , enfatizó más adelante.
Refiriéndose al pensamiento revolucionario del Apóstol de la independencia cubana, Hernández señaló que el mismo se sustentó sobre ideas humanistas, concibiendo la participación del hombre en su propio proceso liberador «desde las cimas de la virtud, el bien y el amor”.
Martí, remarcó, vio la salvación de los pueblos latinoamericanos y caribeños en la emancipación política, económica y cultural, y en construir el sueño de justicia e integración del Libertador, Simón Bolívar.
En la sencilla ceremonia estuvieron representantes de la Unión de Organizaciones de Amistad de Vietnam y de la capital, de la Asociación de Veteranos Truong Son-Ho Chi Minh, de los estudiantes vietnamitas egresados en Cuba, así como alumnos de la escuela primaria Vietnam-Cuba, junto a miembros de la misión estatal cubana aquí.
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