Los cierres afectan a rutas de acceso a grandes ciudades, entre ellas París y Lyon, después de un fin de semana de relativa calma, aunque los principales gremios del sector, la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores de Francia (Fnsea) y los Jóvenes Agricultores (JA), descartaron detener la movilización.
Sus líderes advirtieron que son insuficientes ante las demandas las acciones anunciadas el viernes por el primer ministro Gabriel Attal, entre ellas una ayuda de 50 millones de euros de apoyo a la filial biológica, la suspensión del alza del precio del combustible para tractores, la simplificación de trámites y la reiteración de que Francia no apoyará el acuerdo Unión Europea-Mercosur.
Según fuentes policiales, citadas por medios como Le Figaro, alrededor de 10 mil agricultores y cinco mil tractores formaron parte del movimiento de contestación este lunes.
El gobierno adelantó a través de su portavoz, Prisca Thevenot, que mañana se informarán medidas adicionales en beneficio de los campesinos, quienes denuncian los bajos salarios del sector, el impacto de la inflación, la competencia desleal y las normas ambientales europeas, las cuales califica de muy severas.
En este contexto, se conoció que el presidente Emmanuel Macron dialogará mañana en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre la agricultura.
Por su parte, Attal recibió esta noche a los dirigentes de los sindicatos Fnsea y los JA para intentar el alivio de la crisis.
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