Según el informe de la entidad, durante el año pasado fue el segundo trimestre el único que registró crecimiento económico en suelo galo, con un 0,7 por ciento, mientras que el resto resultó nulo, después de que el 2022 cerrará con un avance del 2,5 por ciento y el 2021 del 6,4.
El Insee precisó que en el cuarto trimestre del año pasado no tuvo evolución el PIB (0,0 por ciento), al igual que el anterior, a partir del comportamiento negativo de la demanda interna, impactada por el consumo de los hogares y la formación bruta de capital fijo (total de adquisiciones menos ventas de activos fijos).
Por el contrario, en el período octubre-diciembre mejoró el aporte del comercio exterior, sobre todo por una disminución significativa de las importaciones (3,1 por ciento).
El gobierno proyectó un crecimiento del PIB del uno por ciento para el 2023, previsión que elevó al 1,4 para el año en curso, esta de mucho más difícil cumplimiento, de acuerdo con los analistas.
Aunque el resultado fue discreto, queda el consuelo para el ejecutivo de que la economía se comportó mejor que la media en la zona euro (0,6 por ciento).
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