Debemos salir de la ecología punitiva para entrar en la de soluciones, esgrimió la portavoz del ejecutivo, Prisca Thevenot, en respuesta a las críticas y las denuncias, a las que tildó de “pequeña música”.
En declaraciones a la cadena Franceinfo, la vocera señaló que las acciones previas resultaron ineficaces, por lo que el gobierno trabaja en el Plan Ecophyto 2030, el cual aspira a construir en consenso, sin enfoques –alegó- de castigo.
La víspera, el primer ministro Gabriel Attal anunció la salida de la iniciativa, en el tercer paquete de medidas lanzado para tratar de controlar el movimiento de protestas que los agricultores franceses activaron el 18 de enero, movilizaciones que provocaron el bloqueo con tractores de decenas de autopistas.
Según Thevenot, los primeros interesados en evitar los productos nocivos (pesticidas) son los propios campesinos.
El movimiento de contestación, el cual vivieron o viven varios países de la Unión Europea, incluye en sus demandas el alivio de normas ambientales del bloque de 27 Estados miembros, calificadas de muy severas por los agricultores, quienes denunciaron también la competencia desleal.
Una de las políticas que reaccionó a la suspensión del Plan Ecophyto fue la líder del partido Europa Ecología Los Verdes, Marine Tondelier, quien afirmó estar harta de objetivos y proyectos que no son jamás respetados.
Todo el mundo perdió con esta decisión gubernamental, desde hace 15 años nos prometieron con este plan bajar el uso de pesticidas, pero eso no sucedió, dijo.
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