En las zonas de desastre de la Región de Valparaíso el panorama es desolador. Muchos barrios fueron devorados por las llamas y allí solo quedan escombros y láminas de aluminio. Las familias lo perdieron todo.
Durante un recorrido realizado por Prensa Latina en la localidad de Achupallas, una de las más impactadas por los siniestros, fue posible constatar la movilización de las Juntas de Vecinos, de estudiantes y otros sectores en apoyo a los damnificados.
“Ya teníamos la experiencia de haber trabajado en otras emergencias con universitarios, pobladores, profesionales, solo era cosa de juntarlos”, declaró a esta agencia el concejal Nicolás López, vecino de esa localidad.
Unos grupos trabajan en la remoción de escombros, otros cocinan para los voluntarios, algunos se encargan de repartir agua, frutas y refrescos para quienes laboran y hay también algunos dedicados a visitar a las familias para conocer sus necesidades inmediatas.
“Es algo intrínseco en la juventud que cuando hay una catástrofe, un ímpetu los impulsa a solidarizarse”, dijo López.
En la localidad se crearon centros de acopio, adonde la población acude a llevar donativos para los afectados, sobre todo alimentos, agua, pañales, ropa y otros artículos.
Por los cerros la gente debe movilizarse a pie porque las calles están congestionadas por el constante ir y venir de camiones cargados con escombros.
“La idea es sacar todo lo que se quemó, alejar la tristeza y tener limpios los cimientos para comenzar a levantar lo antes posible”, dijo el concejal.
La diputada y presidenta de las Juventudes Comunistas, Daniela Serrano, junto al también legislador Luis Cuello, realizaron una visita al sector para constatar la labor que allí se está realizando y las necesidades más urgentes de la población.
Serrano destacó el despliegue en el terreno de los jóvenes, entre ellos, los de la Confederación de Estudiantes de Chile.
“Esta, sin dudas, es una catástrofe de grandes magnitudes y los trabajos se van a prolongar durante bastante tiempo”, dijo a esta agencia.
De acuerdo con los datos más recientes, los incendios ocasionaron la muerte a 131 personas, dañaron más de 15 mil viviendas y los costos materiales podrían superar los mil 200 millones de dólares.
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