Ahora, cada proyectil lanzado al césped conllevará de manera automática al cierre del estadio el siguiente partido, según la normativa.
Además, a partir del 7 de marzo todos los estadios estarán equipados con cámaras de seguridad, bajo amenaza de mantenerse cerrados al público.
A principios de abril también será obligatorio identificarse digitalmente en una plataforma gubernamental para poder comprar entradas.
Si las medidas no se respetan, los partidos se jugarán sin espectadores, afirmó el viceministro de Deportes Yiannis Vroutsis.
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