“Tanto por las medidas concretas que ordenó, tanto porque él declaró que en Chile había una guerra. Esas violaciones a los derechos humanos no pueden, ni deben, quedar impunes”, expresó Carmona en declaraciones publicadas este lunes.
Añadió que los gravísimos atropellos cometidos durante la rebelión popular fueron constatados por organismos humanitarios reconocidos por la ONU.
La represión de las fuerzas de seguridad a las protestas de 2019 contra el modelo neoliberal y las desigualdades sociales dejaron un saldo de 30 muertos y miles de heridos, entre ellos más de 400 con daños oculares.
El máximo dirigente del PCCh abordó el tema a raíz de la polémica generada por las declaraciones del presidente chileno, Gabriel Boric, quien en el funeral de Estado de Piñera el pasado viernes dijo que durante su gobierno las críticas al exmandatario “a veces fueron excesivas”.
Organizaciones sociales condenaron las palabras de Boric y las calificaron como un acto de negacionismo.
Para Carmona las causas reales de la salida a las calles de millones de compatriotas fueron y son objetivas: el descontento social profundo, expresado ya en la «rebelión pingüina» en el 2011, bajo el primer gobierno de Piñera, en paros nacionales y protestas de todo tipo desde mediados de la década de 1990 y que fueron creciendo.
“Criminalizar y caricaturizar esas protestas, es no reconocer lo que viven las mayorías nacionales en su lucha diaria por la pervivencia, por salud, educación, viviendas, salarios, trabajo, dignidad para las mujeres y la tercera edad, dijo el timonel del PCCh.
Sebastián Piñera, quien gobernó el país entre 2010 y 2014 y 2018-2022, falleció el pasado martes en un accidente cuando pilotaba su helicóptero sobre el Lago Ranco, de la región de Los Ríos.
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