También ratificó que las temperaturas de la superficie del mar alcanzaron niveles récord durante 10 meses consecutivos, lo cual confirma la perspectiva de que la tendencia de batir marcas observada durante gran parte de 2023 continuará en 2024.
De acuerdo con la OMM, la canícula media mensual del aire en la superficie fue 1,66 grados Celsius, más cálida que una estimación del promedio de enero para 1850-1900, el período de referencia preindustrial designado.
Esto no significa que el mundo haya superado el objetivo mínimo de 1,5 grados por encima de la era preindustrial mencionado en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, el cual se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años en lugar de excederse mensual o anualmente.
Durante enero la temperatura estuvo 0,70 grados por encima del promedio de 1991-2020 y 0,12 grados más arriba de la del mismo mes más cálido anterior, registrado en 2020, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus, de la Unión Europea.
La OMM señaló, además, que las precipitaciones globales alcanzaron casi un nivel récord en enero, después de un diciembre con una humedad récord.
Grandes porciones de América del Norte, Asia y Australia fueron más húmedas que el promedio, mientras que gran parte del sur de África y América del Sur fueron más secas de lo normal.
El patrón de lluvias sobre el Océano Pacífico central y occidental se debilitó, pero los patrones sobre África y el sur de Estados Unidos siguieron siendo más típicos de El Niño, según el informe mensual de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, con sede en Washington.
Dicho fenómeno comenzó a debilitarse en el Pacífico ecuatorial, pero las temperaturas del aire marino en general se mantuvieron en un nivel inusualmente alto, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus.
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