Según el periódico Kronen Zeitung, hay dos zonas de seguridad en el centro de Múnich: una cerca del hotel Bayerischer Hof, donde se celebra la conferencia y otra cerca del centro de prensa.
Detrás del cordón de seguridad solo pueden entrar los participantes en el foro, la prensa y el personal de servicio, mientras la policía controla minuciosamente bolsos, acreditaciones y documentos y prohíbe la introducción de botellas de vidrio y objetos peligrosos en la zona de seguridad.
Está en vigor una zona de exclusión aérea en un radio de cinco kilómetros alrededor del lugar de la conferencia, y no se pueden lanzar pequeños drones para fotografiar, para lo cual la policía también precintó alcantarillas y colocó barreras restrictivas ya a mediados de semana.
Fuera de las zonas de seguridad, sin embargo, sigue habiendo pocos indicios de que se celebre una gran conferencia en la ciudad.
En la plaza Marienplatz y cerca de la catedral Frauenkirche, los turistas pasean desde por la mañana, y las tiendas, cafés y restaurantes abren como de costumbre, señala el rotativo.
Para mañana están programadas varias manifestaciones multitudinarias en la ciudad, donde los participantes marcharán por el centro de la capital bávara, pronunciándose en contra de las guerras y el suministro de armas.
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