La junta que dictaminó la obra votó unánimemente por entregar el reconocimiento al novelista por la profundidad conceptual con la cual se aventura en temas complejos del mundo contemporáneo y en la realidad nacional.
El jurado, integrado por Ricardo Riverón, como presidente, Leandro Camargo y Jesús David Curbelo, una vez que leyó las obras presentadas concedió el lauro a este texto por razones de armonía en la composición y en la diversidad de registros estilísticos, poseedores de una madurez expresiva particular, consideró el comité.
Méndez, en sus palabras de agradecimiento, manifestó que la emoción no es un buen cómplice para dar un discurso; en segundo término reconoció, en nombre de los tribunales, los galardones de la tarde, tanto el Premio Alejo Carpentier de cuento, novela y ensayo, como el de poesía Nicolás Guillén.
Una de las tareas más dicíciles es hablar en nombre de otros colegas, señaló, de manera que creo no pude hacerlo, después de numerosos intentos de escribir el discurso.
En este caso quiero pensar que han tenido vivencias parecidas a las mías, expresó al agradecer a los presentes.
«Cartas de la plaga» se escribió en medio de la Covid-19, y cuando mucha gente se asustaba, enloquecía, trataba de agotar todos los psicofármacos a mano, hubo alguien creando optimismo y condiciones para que yo lo único que hiciera fuera escribir en esos años de la plaga, por eso le agradezco a mi esposa primer lugar, realzó el autor.
Sin otra preocupación y iensa que has recibidola mejor de las becas, destacó Méndez con esas palabras dirigidas a su esposa.
El también novelista se dirigió a Letras Cubanas, al Instituto Cubano del Libro y a instituciones que, sin ellas, precisó, no hubiera sido posible recibir este alto reconocimiento, concluyó.
La gala de premiación tuvo lugar en la Sala Nicolás Guillén de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña, sede del evento que concluye el 25 de febrero.
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