Ambos institutos gubernamentales, sin embargo, explicaron que el retroceso en la medida está diseñado para alentar el turismo y atraer a viajeros empresariales interesados en invertir en Kenya.
La imposición de la tasa de entrada a los viajeros abarcó a todos los extranjeros, además de la obligatoriedad de tener una visa de entrada válida, y sus detractores argumentaron que aumenta los costos de viajes y la burocracia.
La nueva postura oficial alcanza a los portadores de pasaportes sudafricanos y de otros seis países: Etiopía, Eritrea, Congo-Brazzaville, Comoras, Mozambique, los miembros de la Comunidad de Estados de África Oriental y a San Marino, el único país europeo incluido en las exenciones.
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